Circula la idea generalizada de que tomar abundantes baños de sol y conseguir un bronceado intenso es, además de estético, muy favorable para la salud.
Sin embargo, otras opiniones, avaladas por médicos y dermatólogos, afirman que, si bien el sol favorece la vitalidad y aumenta las defensas inmunitarias, los excesos de exposición a la radiación solar pueden originar cáncer en la piel.
¿Existe un tèrmino medio entre los beneficios del sol y la evitación de sus posibles efectos perjudiciales? ...
INCIDENCIA DE LAS ENFERMEDADES CANCEROSAS
Entre las patologías que producen mayor mortalidad en los países desarrollados se encuentran las cardiovasculares, los ictus cerebrales, y las enfermades cancerosas; en cuarto lugar, están los accidentes de tráfico.
En los países pobres los fallecimientos más frecuentes se deben a enfermedades infecciosas como el sida, el paludismo y otras.
Se calcula que el cáncer produce cada año en el mundo unos 8 ó 9 millones de muertes, afectando especialmente a personas con edades superiores a los 50 años.
Algunos de los diversos tipos de cáncer se originan por causas desconocidas, pero otros aparecen con más frecuencia cuando el paciente ha estado sometido a determinados agentes o factores negativos: tabaco, alcohol, contaminación, radiaciones nucleares, productos tóxicos (arsénico, asbesto, benzopireno, uranio, cromo,cloroetileno...), infecciones víricas, sendentarismo, obesidad, etc o también - como en el cancer de piel - a las radiaciones ultravioleta del sol.
LAS RADIACIONES SOLARES Y SU INFLUENCIA EN EL CÁNCER DE PIEL
La excesiva exposición a los rayos solares sobre la piel desnuda puede producir lesiones dermatológicas y/o mutaciones en el ADN de las células y, al cabo de los años, devenir en alguno de los tres tipos principales de cáncer de piel, llamados carcinoma basocelular, carcinoma de células escamosas y melanoma maligno.
La cifra media de estas patologías cancerosas se va incementando por el progresivo aumento, a escala mundial, de la edad de las personas lo que propicia un mayor número de años de exposición a las radiaciones solares.
Además, algunos investigadores opinan que aunque el sol actúe como un factor importante, los afectados podrían estar también sometidos a otros agentes o factores cancerígenos predisponentes y/o complementarios, unos endógenos o hereditarios (defectos en genes y cromosomas) y otros exógenos o ambientales (como ciertos productos cancerígenos: arsénico, bezopireno, alquitranes, tetracloroetileno, hidrocarburos aromáticos PAH)
Sea como fuere, las estadísticas parecen demostrar que el cáncer de piel tiene una mayor incidencia entre las personas de piel blanca o clara, sobre todo si realizan actividades o permanecen muchas horas al aire libre y al sol.
ALGUNOS CONSEJOS DE PREVENCIÓN
(Las recomendaciones y consejos que se exponen a continuación son meramente divulgativos con el fín de concienciar sobre los riesgos de la exposición al sol como posible factor que influye en la aparición del cáncer de piel, aunque en las medidas específicas para evitar, combatir o curar la enfermedad me remito a las opiniones, decisiones y criterios médicos sobre la materia, sugiriendo a los posibles afectados que, ante cualquier duda o SÍNTOMA SOSPECHOSO, no se limiten a la lectura de este artículo, y ACUDAN a la CONSULTA de UN MÉDICO o DERMATÓLOGO)
Para detectar y curar el cáncer es fundamental su diagnóstico precoz que permita un tratamiento desde las primeras fases de la enfermedad, evitando así su proliferación a través del organismo (metástasis)
Por ello es importante que cada persona realice, de vez en cuando, auto-reconocimientos exploratorios con el fín de detectar cualquier anomalía anatómica o funcional: manchas, lunares, llagas o lesiones en la piel o las mucosas que no cicatrizan, bultos en los pechos, pérdidas de sangre al toser, en la orina o las heces, sensaciones de dolor, escozor, etc.
Ante tales supuestos o síntomas se DEBE CONSULTAR AL MÉDICO para que efectúe un reconocimiento.
Pero si, además, las manchas, lunares, lesiones o pústulas de la piel presentan asimetrías, bordes irregulares o desiguales, aumentan de tamaño o muestran diferencias y cambios de forma o de color, sangrado, irritaciones persistentes, etc, SE DEBE ACUDIR CUANTO ANTES AL MÉDICO O DERMATÓLOGO para que establezca un diagnóstico y, en su caso, decida la terapia adecuada.
Y, aunque no se encuentre nada sospechoso, ni existan molestias o dolor, es siempre aconsejable someterse a controles y revisiones médicas de forma periódica y, anualmente, a partir de los 50 años.
Aparte de lo expuesto, y siguiendo los consejos médicos más difundidos, conviene adoptar las siguientes precauciones:
En lo posible, EVITAR EL SOL entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, sobre todo en verano; guarecerse en sombras de árboles o edificios (o utilizar sombrillas)
En este sentido, hay que vigilar y proteger especialmente a los bebés y a los niños
Las personas que trabajan al aire libre, expuestas al sol, deben cubrir las partes más vulnerables del cuerpo (ojos, cabeza, cara, nariz, labios, dorso de las manos, brazos, hombros, etc) bajo la protección de sombreros, capuchas, guantes, camisas de manga larga, pantalones largos (cuyos tejidos sean suficientemente tupidos para impedir el paso de los rayos solares) y usar, además, gafas de sol dotadas de filtros contra los rayos ultravioleta.
En las zonas no cubiertas usar cremas antisolares que contengan productos de máxima protección y repetir su aplicación cada 2 horas.
Evitar o minimizar también la exposición a los rayos ultravioleta de lámparas solares para el bronceado.
Durante los viajes, excursiones o prácticas deportivas a zonas de alta montaña, o a países y regiones ecuatoriales deben extremarse las medidas protectoras ya que tanto la altitud, como el reflejo de la nieve o la mayor cercanía al ecuador aumentan la intensidad de las radiaciones ultravioleta.
Procurar beber agua o líquidos que repongan las pérdidas ocasionadas por el calor del sol y restablezcan el equilibrio hídrico, evitando una mayor sequedad y vulnerabilidad en la piel.
OTRAS RECOMENDACIONES PARA PREVENIR OTROS TIPOS DE CÁNCER, MEJORAR LA SALUD Y AUMENTAR LA ESPERANZA DE VIDA
Seguramente, dentro de algunos años, la ciencia conseguirá, mediante terapias de ingeniería genética, evitar o eliminar los factores que ocasionan el envejecimiento humano y prevenir o curar cualquier tipo de CÁNCER.
Hasta entonces, parece sensato atender a ciertas investigaciones médicas que indican que la esperanza de vida puede aumentar en unos 10-12 años si se adoptan ciertos comportamientos saludables para conservar o fortalecer las defensas del sistema inmunitario, como los siguientes:
NO FUMAR
NO TOMAR ALCOHOL NI DROGAS TÓXICAS
Controlar la tensión arterial y realizar los análisis que indique el médico
Seguir una dieta alimenticia equilibrada, como puede ser la llamada "dieta mediterránea" - conteniendo proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, etc, - (con abundancia de vegetales, frutas, legumbres y frutos secos y minimizando las grasas, dulces, y carnes rojas); pero siempre ajustada a las calorías imprescindibles (para evitar el sobrepeso, la obesidad y otras enfermedades derivadas)
Realizar ejercicios físicos y mentales cotidianamente; combatir a toda costa el sedentarismo y el aburrimiento. Cultivar el cuerpo y la mente en cualquier edad (gimnasia, marcha, paseos, lecturas, navegación por Internet, etc)
Procurar, mediante la alimentación y el ejercicio, que el Índice de Masa Corporal (el peso en relación con la estatura) se encuentre dentro de los límites normales, evitando el SOBREPESO Y LA OBESIDAD
Practicar una sexualidad segura, adoptando las máximas medidas profilácticas para evitar contagios o embarazos no deseados.
Habitar y trabajar, en lo posible, en lugares sin CONTAMINACION AMBIENTAL excesiva (gases, humos, RADIACIONES NUCLEARES o electromagnéticas, evitando la proximidad de centrales nucleares, lineas de alta tensión, transformadores electricos, productos o agentes tóxicos o carcinógenos, etc )
En caso de residir en países o regiones sanitariamente hostiles por el clima o por condiciones o infraestructuras deficientes, como ocurre en muchas zonas del tercer mundo, procurar extremar las medidas de higiene y asepsia para prevenir enfermedades contagiosas, tales como cólera, paludismo, leishmaniasis, mal de chagas, amebiasis, dengue, hepatitis, etc ( hervir o utlizar preparados para potabilizar el agua, evitar la picadura de insectos, lavarse las manos, ingerir alimentos bien condimentados o en conserva, etc)
AUNQUE EL SOL PRODUCE TAMBIÉN EFECTOS BENEFICIOSOS PARA LA SALUD
Tras lo explicado más arriba sobre los riesgos de la irradiación solar puede quedar la impresión de que debemos prescindir totalmente del astro rey.
Sin embargo hay que considerar los aspectos positivos de una prudente exposición a los rayos del sol, entre ellos, los siguientes:
- Incrementa la producción de vitamina D en la piel (muchas personas tienen déficit de esta vitamina) lo que repercute en muchos de los efectos positivos que se exponen a continuación:
- Contribuye a la evitación del raquitismo en los niños
- Influye en la calcificación de los huesos y dientes
- Aumenta vitalidad y las defensas inmunitarias
- Previene o mejora el tratamiento de diversas enfermedades como psoriasis, acné, osteoporosis, osteomalacia, reuma, esclerosis, asma, tuberculosis, etc, e, incluso, el aumento de vitamina D que aporta podría prevenir o mejorar el tratamiento de ciertos tipos de cancer (colon, mama, ovario, próstata)
- Favorece la circulación sanguínea; regula o disminuye la presión de la sangre
- Combate los estados depresivos
- Relaja y favorece el sueño nocturno
- Estimula el deseo y mejora la función sexual
- Otorga un aspecto saludable a la piel
(sin embargo su exceso, además de cáncer de piel, puede producir fotoenvejecimiento)
De todas formas SI USTED PADECE ALGUNA DE LAS ENFERMEDADES ALUDIDAS, no conviene confiarse solo a los posibles beneficios del sol, aumentando la exposición, ya que los perjuicios de su exceso podrían superar a dichos beneficios: ES MEJOR ACUDIR AL MÉDICO PARA QUE ESTABLEZCA EL TRATAMIENTO ADECUADO, incluyendo o no la terapia solar.
En cuanto a los llamados "baños de sol" con la piel desnuda se estima que en países templados de latitud media (como España que se halla entre los 27º y 43ºN) sería suficiente exponerse durante 20/30 minutos al día, tanto en verano como en los meses inmediatos de mayor insolación, evitando siempre las horas centrales (10 a 17 h) de mas calor y radiación.
Ello no quiere decir que no podamos permanecer mucho más tiempo caminando o haciendo ejercicio al aire libre en zonas de sombra o con la protección adecuada.
Así que es bueno tomar el sol, pero, como recomiendan los médicos, con las debidas precauciones.
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ADVERTENCIA A LOS LECTORES DE ESTE ARTÍCULO:
La información y opiniones médicas contenidas en este artículo tienen únicamente una finalidad divulgativa y, en ningún caso, deben ni pueden sustituir el consejo de un médico o farmaceútico ni servir para realizar autodiagnósticos; cualquier persona que se sienta afectada por síntomas o sospechas de padecer una enfermedad de la piel o de otra índole, no ha conformarse con esta información, y sí debe acudir a la consulta de un médico, dermatólogo, farmaceútico o especialista sanitario correspondiente, para que le aconseje, diagnostique su afección y le prescriba la medicación o tratamiento que considere apropiados.
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