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El agua, H2O, es imprescindible para la vida; de ella depende la existencia, el desarrollo y la salud de los seres humanos y de los demás organismos animales y vegetales.
El 62 % del cuerpo humano es agua (este porcentaje es incluso mayor en algunos órganos, como en el cerebro donde supera el 70 %)
El 91 % del plasma sanguíneo es agua.
El agua representa también el 70 % del componente líquido de las células.
Para el funcionamiento de todos los órganos y sistemas del cuerpo humano (cerebro, corazón, pulmones, hígado, riñones, estómago, intestinos, téstículos, ovarios, piel, sistemas nervioso, muscular, circulatorio, respiratorio, digestivo, hormonal, urinario, sexual, etc) tiene que existir un suficiente equilibrio hídrico que debe ser aportado por la toma de líquidos en las bebidas y alimentos que consumimos cada dia, de tal forma que el volumen ingerido compense las pérdidas producidas mediante la secreción de orina, sudor, saliva, etc
El riesgo de deshidratación es mas frecuente en determinadas edades, enfermedades, actividades o deportes (bebés, ancianos, deportistas que compiten en pruebas de gran dureza, trabajadores y viajeros expuestos a condiciones de calor extremo, enfermos con diarrea, vómitos, hemorragias o diabetes con pérdidas de orina excesivas, etc)
Además de la falta de agua, la deshidratación produce también una disminución en los niveles de hidratos de carbono, electrolitos y minerales (sodio, potasio, etc)
Síntomas y efectos negativos de la deshidratación
Sensación de sed y sequedad bucal, lengua pegajosa
Orina escasa, de color amarillento intenso u obscuro
Piel fría, seca, con aumento de las arrugas y disminución de la tersura
Cansancio, debilidad, fatiga, aturdimiento, mareos, nauseas, somnolencia, etc
Alteraciones - aceleración - del ritmo cardíaco y respiratorio
Dolor de cabeza
Calambres
Bajada de la tensión arterial
En casos graves pueden producirse desvanecimientos y pérdidas de la consciencia con riesgo para la vida
El bajo consumo de agua, durante periodos prolongados, agrava u origina algunas enfermedades, como, por ejemplo, la litiasis renal
Medidas de prevención
Se estima que la cantidad líquida media (agua, caldos, zumos, refrescos, lácteos, etc) que debemos ingerir a lo largo del día para evitar la deshidratación es de 1 litro y medio a 2 litros (de 6 a 8 vasos)
No obstante, dicha cantidad habrá de incrementarse en función de ciertos factores que aumenten la actividad corporal y provoquen sudoración, tales como el calor estival, trabajo al aire libre y al sol, ejercicios deportivos intensos, etc.
Es aconsejable tomar, además de agua mineral, limonada alcalina y bebidas isotónicas.
La limonada alcalina puede prepararse en casa añadiendo a un litro de agua, el zumo de 1 o 2 limones, 1 o 2 cucharadas de azucar, una pizca de sal y otra de bicarbonato.
Las bebidas isotónicas, - recomendadas para restablecer el equilibrio hídrico en la realización de entrenamientos y competiciones deportivas - suelen contener, ademásde agua, carbohidratos, azucar, sales minerales (compuestos de sodio, potasio, calcio, fosfatos, magnesio, etc), vitamina C y antioxidantes.
En las comidas es también aconsejable tomar con frecuencia: caldo, sopa, yogur, gazpacho, ensaladas (tomates, pimientos, pepino, lechuga, etc) y, especialmente, toda clase de frutas (algunas de ellas tienen un alto contenido de agua y zumos: como las sandías, melones, naranjas, mandarinas, kiwis, ciruelas, melocotones, cerezas, fresas, papayas, cocos, etc)
NO es recomendable tomar bebidas alcohólicas para combatir la sed, salvo uno o dos vasos de vino o cerveza en las comidas, (en todo caso, si de vez en cuando se ingieren bebidas alcohólicas, deben acompañarse con abundante agua, limonada o zumos)
Tampoco hay que abusar de las colas y otras bebidas o refrescos altamente azucarados.
Igualmente es negativo el exceso de café, té o bebidas que contengan cafeína, (ya que son substancias diuréticas que aumentan la cantidad y frecuencia de la orina que eliminamos y por tanto contribuyen a la pérdida de liquidos)
Tratamiento contra la deshidratación
Si se sospecha que una persona está deshidratada lo mejor es acudir al médico para que indique el tratamiento más adecuado en cada caso.
Hay que poner máxima atención en observar si hay síntomas de deshidratación en los bebés, las personas de avanzada edad y en las que estén afectadas por cualquier enfermedad o proceso febril, especialmente si se encuentran en situaciones de inconsciencia o con merma de sus facultades mentales.
Aunque el paciente no tenga sed hay que procurar que beba a menudo aunque sea pequeñas cantidades de líquido (agua hervida, caldo, zumos, bebidas isotónicas, etc)
Para los bebés, la mejor prevención y tratamiento contra la deshidratación es el consumo habitual de leche materna o, en su defecto, de biberones con una composición análoga y cuyas dosis serán indicadas por el médico, pediatra o farmaceútico.
Cuando la deshidratación sea grave el médico puede ordenar el ingreso del enfermo en un centro hospitalario y el suministro de líquidos por vía endovenosa.
El 91 % del plasma sanguíneo es agua.
El agua representa también el 70 % del componente líquido de las células.
Para el funcionamiento de todos los órganos y sistemas del cuerpo humano (cerebro, corazón, pulmones, hígado, riñones, estómago, intestinos, téstículos, ovarios, piel, sistemas nervioso, muscular, circulatorio, respiratorio, digestivo, hormonal, urinario, sexual, etc) tiene que existir un suficiente equilibrio hídrico que debe ser aportado por la toma de líquidos en las bebidas y alimentos que consumimos cada dia, de tal forma que el volumen ingerido compense las pérdidas producidas mediante la secreción de orina, sudor, saliva, etc
El riesgo de deshidratación es mas frecuente en determinadas edades, enfermedades, actividades o deportes (bebés, ancianos, deportistas que compiten en pruebas de gran dureza, trabajadores y viajeros expuestos a condiciones de calor extremo, enfermos con diarrea, vómitos, hemorragias o diabetes con pérdidas de orina excesivas, etc)
Además de la falta de agua, la deshidratación produce también una disminución en los niveles de hidratos de carbono, electrolitos y minerales (sodio, potasio, etc)
Síntomas y efectos negativos de la deshidratación
Sensación de sed y sequedad bucal, lengua pegajosa
Orina escasa, de color amarillento intenso u obscuro
Piel fría, seca, con aumento de las arrugas y disminución de la tersura
Cansancio, debilidad, fatiga, aturdimiento, mareos, nauseas, somnolencia, etc
Alteraciones - aceleración - del ritmo cardíaco y respiratorio
Dolor de cabeza
Calambres
Bajada de la tensión arterial
En casos graves pueden producirse desvanecimientos y pérdidas de la consciencia con riesgo para la vida
El bajo consumo de agua, durante periodos prolongados, agrava u origina algunas enfermedades, como, por ejemplo, la litiasis renal
Medidas de prevención
No obstante, dicha cantidad habrá de incrementarse en función de ciertos factores que aumenten la actividad corporal y provoquen sudoración, tales como el calor estival, trabajo al aire libre y al sol, ejercicios deportivos intensos, etc.
Es aconsejable tomar, además de agua mineral, limonada alcalina y bebidas isotónicas.
La limonada alcalina puede prepararse en casa añadiendo a un litro de agua, el zumo de 1 o 2 limones, 1 o 2 cucharadas de azucar, una pizca de sal y otra de bicarbonato.
Las bebidas isotónicas, - recomendadas para restablecer el equilibrio hídrico en la realización de entrenamientos y competiciones deportivas - suelen contener, ademásde agua, carbohidratos, azucar, sales minerales (compuestos de sodio, potasio, calcio, fosfatos, magnesio, etc), vitamina C y antioxidantes.
En las comidas es también aconsejable tomar con frecuencia: caldo, sopa, yogur, gazpacho, ensaladas (tomates, pimientos, pepino, lechuga, etc) y, especialmente, toda clase de frutas (algunas de ellas tienen un alto contenido de agua y zumos: como las sandías, melones, naranjas, mandarinas, kiwis, ciruelas, melocotones, cerezas, fresas, papayas, cocos, etc)
NO es recomendable tomar bebidas alcohólicas para combatir la sed, salvo uno o dos vasos de vino o cerveza en las comidas, (en todo caso, si de vez en cuando se ingieren bebidas alcohólicas, deben acompañarse con abundante agua, limonada o zumos)
Tampoco hay que abusar de las colas y otras bebidas o refrescos altamente azucarados.
Igualmente es negativo el exceso de café, té o bebidas que contengan cafeína, (ya que son substancias diuréticas que aumentan la cantidad y frecuencia de la orina que eliminamos y por tanto contribuyen a la pérdida de liquidos)
Tratamiento contra la deshidratación
Si se sospecha que una persona está deshidratada lo mejor es acudir al médico para que indique el tratamiento más adecuado en cada caso.
Hay que poner máxima atención en observar si hay síntomas de deshidratación en los bebés, las personas de avanzada edad y en las que estén afectadas por cualquier enfermedad o proceso febril, especialmente si se encuentran en situaciones de inconsciencia o con merma de sus facultades mentales.
Aunque el paciente no tenga sed hay que procurar que beba a menudo aunque sea pequeñas cantidades de líquido (agua hervida, caldo, zumos, bebidas isotónicas, etc)
Para los bebés, la mejor prevención y tratamiento contra la deshidratación es el consumo habitual de leche materna o, en su defecto, de biberones con una composición análoga y cuyas dosis serán indicadas por el médico, pediatra o farmaceútico.
Cuando la deshidratación sea grave el médico puede ordenar el ingreso del enfermo en un centro hospitalario y el suministro de líquidos por vía endovenosa.
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ADVERTENCIA A LOS LECTORES DE ESTE ARTÍCULO:
La información y opiniones médicas contenidas en este artículo tienen únicamente una finalidad divulgativa y, en ningún caso, deben ni pueden sustituir el consejo de un médico o farmaceútico; cualquier persona que se sienta afectada por síntomas o sospechas de padecer una deshidratación no ha conformarse con esta información, y sí debe acudir a la consulta de un médico, farmaceútico, o especialista sanitario correspondiente, para que le aconseje, diagnostique su afección y le prescriba la medicación o tratamiento que considere apropiados.