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La creciente contaminación ambiental planetaria ocasiona efectos graves para la salud y destruye numerosas especies animales y vegetales.
Los incendios forestales, las talas de madera y otras actividades humanas originan la desaparición progresiva de miles de hectáreas de selvas y bosques que dejan de asumir la purificación (fotosíntesis) del CO2 y otros gases tóxicos de la atmósfera dando lugar a un cambio en el equilibrio natural con incremento de la temperatura global (efecto invernadero).
Ello puede producir, dentro de algunos años, consecuencias y desastres irreparables (deshielo de las zonas polares, desertización, inundaciones por la subida del nivel de los mares, hambrunas, propagación de enfermedades, etc.)
Continuamente se vierten y concentran en el espacio aéreo del planeta muchas toneladas de humos y gases tóxicos producidos por las emisiones de los más de 1.000 millones de motores de combustión instalados en vehículos, aviones, barcos, máquinas, herramientas y similares, así como de los procesos industriales, centrales térmicas de carbón o petróleo, quemaderos de basuras, calefaciones, incendios, etc
Según la OMS, la mala calidad del aire afecta la salud de más de la mitad de la población mundial; en ciertos lugares las concentraciones de partículas pueden estar hasta 50 veces por encima de los valores recomendados.
En los últimos 20 años la contaminación ambiental planetaria se ha incrementado en un 40/50%.
Está comprobado que en los episodios de contaminación severa se producen aumentos de las cifras de mortalidad.
En las grandes ciudades la contaminación alcanza niveles y densidades altamente peligrosos (es mas, las propias ciudades generan el 80-90% de los gases tóxicos)
Entre ellas destacan México, Bangkok, Beijing, Bombay, Buenos Aires, Calcuta, Delhi, Karachi, Londres, Manila, Nueva York, Río de Janeiro, Seúl, Shanghai y Tokio.
En España, unos 12 millones de personas viven en zonas con aire contaminado; la atmósfera de casi todas las grandes ciudades - Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Bilbao, Tenerife o Gijón - supera los límites legales. Ello produce asma, alergias, cáncer, etc, con 16.000 muertes prematuras al año.
LAS MAYORES FUENTES DE CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y SU PROPORCIÓN APROXIMADA, SON:
- Transportes terrestres y automóviles 60-80%
- Transporte aéreo y marítimo 15-25%
- Industrias 20-30%
- Centrales térmicas de carbón o petróleo 10-15%
- Calefacciones 8-10%
- Quemaderos de basuras y deshechos 4-7%
- Otras fuentes (volcanes, incendios, etc.) 2-7%
PRINCIPALES CONTAMINANTES Y DE EFECTO INVERNADERO: Origen, efectos y enfermedades que producen
Monóxido de carbono (CO)
Se origina por combustión de hidrocarburos, carbón y petróleo, especialmente de vehículos a motor, incineraciones, fundiciones, fugas de gas e incendios.
Es un gas incoloro e inodoro cuya presencia no se percibe hasta que se notan sus peligrosos efectos asfixiantes ya que, al ser inhalado, se combina con la hemoglobina de la sangre y reduce su capacidad para transportar oxígeno a los tejidos.
En las primeras fases de exposición aparece dolor de cabeza, disminuye el nivel de alerta, la agilidad psíquica y la coordinación motora y visual.
Si aumenta la concentración dichos efectos se intensifican; pueden producirse vómitos y colapsos, arteriosclerosis y cardiopatía isquémica, pudiendo llegar al estado de coma y a la muerte.
Dióxido de carbono (CO2)
No es tóxico e incluso en algunos aspectos es beneficioso ya que favorece la función clorofílica y la fotosíntesis de las plantas.
Pero dado su gran aumento, debido a la combustión de hidrocarburos, incendios y deforestaciones, es el principal factor del efecto invernadero, con una contribución del 50-60%.
Las emisiones mundiales de CO2 aumentan progresivamente. Cada minuto la humanidad emite 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Ozono (O3)
Se origina a partir de reacciones fotoquímicas entre el oxígeno y los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos.
Desde la parte superior de la atmósfera, donde se concentra formando la llamada capa de ozono, protege la vida frente a los peligrosos rayos ultravioleta del sol que dañarían el sistema inmunológico, y podrían afectar a la vista y producir cáncer de piel.
Pero también es uno de los componentes del smog y produce dificultad en la respiración y asma, debilitando la resistencia a las infecciones; puede destruir células y tejidos biológicos.
Una de las causas principales del adelgazamiento de la capa de ozono es el uso de los CFC y la combustión de vehículos de motor.
En cuanto el efecto invernadero, contribuye al calentamiento global en un 9-10%
Óxido y Bióxido de azufre (SO-SO2)
Óxidos de azufre (SO)
El azufre se encuentra en la naturaleza en estado libre o bien asociado con el carbón y petróleo. Otras fuentes son las plantas químicas y la quema de basuras.
El azufre de los combustibles reacciona con el oxígeno del aire y forma bióxido de azufre (SO2 ) y trióxido de azufre (SO3)
Bióxido de azufre (SO2)
Es un gas incoloro de olor acre e irritante.
Se origina en centrales térmicas, refinerías, papeleras, fundidoras, plantas químicas, acereras y generadoras de energía, motores de combustión y volcanes.
En el aire el SO2 forma aerosoles acuosos o neblinas convirtiéndose en trióxido de azufre (SO3) que, a su vez, se transforma en ácido sulfúrico, por lo que se considera uno de los contaminantes más peligrosos.
Los niveles altos de estos gases producen alteraciones sensoriales, aumentando las enfermedades respiratorias: rinitis, bronquitis crónica, agudización del asma con bronco constricción, edema, irritación, resistencia a la conducción de aire y deterioro de la función respiratoria.
Óxido y Bióxido de nitrógeno (NO-NO2)
Óxido de nitrógeno u Óxido nítrico (NO)
Es un gas incoloro e inodoro. Surge como resultado de la actividad biológica, volcanes y también del uso de los combustibles fósiles, especialmente de los vehículos a motor, y como consecuencia de la deforestación.
En el aire contaminado y al variar las temperaturas del sol se transforma en otros oxidantes como ozono, bióxido de nitrógeno u óxido nítrico.
Bióxido de nitrógeno (NO2)
Es un gas rojizo de olor acre irritante, color y olor que transfiere a la típica niebla o smog de la contaminación.
Existen fuentes naturales consecuencia de procesos biológicos. Pero también procede de industrias fertilizantes y de explosivos.
Contribuye al efecto invernadero con un 6 %
Absorbe la energía del sol para formar óxido nítrico; asimismo reacciona con gotas o vapor originando ácido nítrico.
Su inhalación afecta al tracto respiratorio; es irritante de los alveolos pulmonares; produce brinquiolitis obliterante, enfisema e infección pulmonar y, si la exposición es muy intensa, pueden causar la muerte.
El ácido sulfúrico (SO4H2) y el ácido nítrico (HNO3) derivados de compuestos de azufre y nitrógeno, al mezclarse en la atmósfera con vapor de agua, dan lugar a la lluvia ácida, originando la acidificación de los suelos, destrucción de las zonas de cultivo, bosques, etc.
Metano (CH4)
Gas de efecto invernadero al que contribuye con un 15-20%.
Se origina en pantanos, minas (grisú), en la defecación y emisión de pedos de animales y humanos, en las plantaciones de arroz o se extrae de la gasolina o hidrocarburos (gas natural)
Clorofluorocarbonos (CFC) y compuestos halógenos
Los compuestos halogenados de flúor (F2), cloro (Cl2), bromo (Br2) o yodo (I) (cloruro de hidrógeno, fluoruro de hidrógeno, pesticidas organoclorados, cloroformo, tetracloruro de carbono o de silicio, clorofluorocarbonos), etc. se originan en factorías de acero, aluminio, vidrio, industrias químicas, incineradoras de residuos y otras.
Impiden el metabolismo del calcio en humanos y animales y dañan a los vegetales.
Entre ellos, los Clorofluorocarbonos (CFC), gases muy utilizados en industrias del frío, plásticos, aerosoles, electrónica etc, inciden fuertemente en el calentamiento global ya que al alcanzar la estratosfera consumen la capa de ozono, incrementando el efecto invernadero, con un potencial de calentamiento del 15-20%.
Hidrocarburos (Benceno, Tolueno, Formaldehído, etc)
Los Hidrocarburos (HC) proceden de fuentes muy diversas tales como combustión de motores de gasolina o diesel de vehículos, aviones, barcos, de gas natural, carbón, fuel oil, así como procesamiento o evaporación de gasolina o pérdidas de petróleo en refinerías o de buques petroleros; centrales térmicas, procesos industriales, fabricación y combustión de neumáticos, industrias químicas, de plástico, pintura y pegamentos, manipulación de alquitrán, incineraciones, quema de basuras, calefacciones, chimeneas y estufas de carbón o madera, combustión de compuestos orgánicos, quemas agrícolas, incendios forestales, arrozales, ganado, etc.
Los vapores de los hidrocarburos aromáticos (benceno, tolueno, xileno, etilbenzeno, estireno, nafataleno y sus compuestos) son irritantes y pueden causar lesiones en las mucosas al ser inhalados.
El benceno (C6H6) es carcinógeno; la exposición intensa puede desarrollar leucemia; también origina daños hematológicos, inmunológicos y sobre el sistema nervioso central.
La principal fuente de benceno son las emisiones de los vehículos (82%) Otra fuente importante, en sitios cerrados, es el humo del tabaco (39%)
El tolueno puede afectar al cerebro y sistema nervioso, hígado, pulmón y riñones.
Algunos de los hidrocarburos policíclicos aromáticos (HPAs) (fluoranteno, pireno, benzoantraceno, benzofluoranteno y benzopireno, son carcinógenos y mutágenos.
Entre los hidrocarburos oxigenados (alcoholes, aldehídos, cetonas, éteres, ésteres y ácidos orgánicos) el formaldehído produce irritación en ojos, nariz y mucosas, tos, náuseas, problemas respiratorios, daños en los tejidos y cáncer nasal o faríngeo.
Plomo (Pb)
El Plomo (Pb) es un elemento peligroso que se puede acumular en el cuerpo humano a través de la comida (65%), el agua (20%) o el aire (15%)
Se encuentra en cables, pigmentos, soldadura, municiones, construcción, acumuladores, tetraetilo de plomo y forma aleaciones con muchos metales.
Se expande en la atmósfera por las emisiones de los gases de escape de los vehiculos de gasolina, fundiciones, combustión de carbón, procesos industriales, combustión de residuos, corrosión de pinturas, etc.
Las partículas aéreas caen sobre la tierra o las aguas, pasando a los organismos terrestres o acuáticos del suelo. Las tierras de cultivo y los edificios situados cerca de las autopistas, carreteras y calles con mucho tráfico suelen albergar concentraciones importantes de plomo.
Los compuestos del plomo pueden producir efectos tóxicos sobre todo en trabajadores que los manipulan indebida o excesivamente. El mayor riesgo es la inhalación de vapor o polvo. También se absorben través de la piel.
El envenenamiento agudo por plomo da síntomas como dolor de cabeza, vértigo e insomnio y en casos más graves, estupor, hasta llegar al coma y la muerte.
Las intoxicaciones crónicas (saturnismo) producen perturbación de la biosíntesis de hemoglobina, anemia, incremento de la presión sanguínea, daños renales, alteraciones del sistema nervioso, daños cerebrales, infertilidad masculina, perturbacion en el aprendizaje y en las conductas infantiles, abortos y daños neurocerebrales en el feto.
En los países occidentales estos riesgos son menores debido a los controles que se aplican, pero existen en productos importados (recuérdese la devolución reciente de juguetes a China por exceso de plomo en la pintura de los mismos)
Asbesto (Amianto)
El Asbesto (Amianto) se encuentra en más de 3.500 productos (construcción, industria, cementos, aislantes, baldosas, tejas, láminas de vinilo, adhesivos, frenos de vehículos, etc.) que al ser manipulados, destruidos o por desgaste (obras, derribos, construcción, cementeras, etc.) se expande facilmente en forma de polvo en el aire.
Las pequeñas fibras de polvo de asbesto, que pueden ser inhaladas porfundamente, afectan al funcionamiento de la respiración y se depositan en los pulmones originando obstrucciones y daños graves en los mismos.
En los trabajadores y personas expuestas durante largos periodos puede producirse una agravación crónica (asbestosis) y también cáncer de pulmón (con una mayor incidencia en los que son fumadores)
Por ello, no deben manipularse los materiales de amianto ni inhalar el polvo que desprendan.
Mercurio (Hg)
Puede hallarse en forma de metal, sales de mercurio o mercurio orgánico.
Tanto el propio metal como sus compuestos son muy tóxicos.
Algunas de sus sales son solubles en el agua.
Lo más corriente es que se encuentre como sulfuro de mercurio (SHg)
El compuesto orgánico de mercurio más común es el metilmercurio; es neurotóxico y puede acumularse en el organismo.
Se usa frecuentemente en la industria: electricidad, técnicas de vacío, termómetros, barómetros, tacómetros, lámparas de vapor y fluorescentes, electrodos, amalgamas de plata para empastes de dientes, etc.
Su presencia en la atmósfera se debe a la combustión de productos fósiles y residuos, fundiciones y minería.
Una vez liberado y emitido a la biosfera el vapor de Hg puede circular a escala mundial y afectar a países y áreas alejadas del foco emisor.
Pero también se extiende y deposita en el suelo o en los sedimentos de fondo de las aguas, debido la lluvia que arrastra el Hg ambiental, o por los fertilizantes agrícolas y los vertidos de aguas residuales de las industrias.
Aunque el mercurio no suele contaminar los productos que ingerimos, puede aparecer algunas veces en la cadena alimentaria a través del consumo de peces (que absorben gran cantidad de metil mercurio), carne de ganado o vegetales, que lo hayan captado cuando está diluido en el agua o productos del medio donde viven (aguas contaminadas, sprays aplicados en cultivos, etc)
Causa efectos más o menos graves para la salud, dependiendo del grado de exposición; desde irritación ocular y respiratoria, reacciones cutáneas, vómitos y diarreas, en el supuesto de inhalación de gases pasajera (rotura de un termómetro o recipiente), hasta producir, en caso de mayor exposición, cansancio, dolor de cabeza, sordera, transtornos digestivos y renales, daños en sistema nevioso y cerebro (personalidad, memoria, aprendizaje, visión, descoordinacion muscular, temblores, etc), cáncer, daños en el ADN y cromosomas, esperma, etc.
Un breve aumento en la exposición al metilmercurio puede afectar al sistema cardiovascular y producir incrementos de la mortalidad. También puede dañar al feto en el embarazo (abortos, mongolismo, etc)
Partículas de gases-humos-hollín-carbón-polvo
Se originan en la combustión de motores diesel, fábricas de acero, centrales térmicas, cementeras, fundiciones, fábricas de algodón, obras, demoliciones, incendios, hornos, chimeneas, ect
Se trata de diferentes tipos de partículas de tamaño microscópico, sólidas, líquidas o en forma de polvo, humo o aerosoles de ciertos gases que se condensan o sufren transformaciones químicas, pudiendo ser transportadas por las corrientes de aire o permaneciendo en suspensión en la atmósfera (60-80% son gases de diesel - los coches con motores diésel emiten seis veces más partículas que los de gasolina - pero también se acumulan otras muchas sustancias tóxicas como PCBs, compuestos de nitrógeno y azufre, pesticidas, cemento, etc)
Su pequeño tamaño facilita la inhalación profunda causando tos, picores o quemazón en los ojos (conjuntivitis), opresión en el pecho, dificultades respiratorias, agudización de las bronquitis y cardiopatías, ataques de asma, bronquitis crónica, enfisema, bronco constricción, detrerioro de las funciones pulmonares y aumento del carcinoma broncogénico y de las tasas de mortalidad.
Incrementan los accidentes de tráfico por falta de visibilidad.
También pueden dañar a la vegetación e incluso a los edificios.
Según la OMS, la mala calidad del aire afecta la salud de más de la mitad de la población mundial; en ciertos lugares las concentraciones de partículas pueden estar hasta 50 veces por encima de los valores recomendados.
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EXISTEN OTROS MUCHOS CONTAMINANTES PELIGROSOS relacionados principalmente con accidentes (escapes o vertidos) más limitados, producidos en el ambito industrial, agrícola, tráfico, transporte, incendios, etc.
Entre ellos pueden mencionarse los siguientes:
Fósforo
Ácido sulfhídrico
Organofosforados utilizados como insecticidas
Organoclorados
Herbicidas
Ácido clorhídrico
Ácido fluorídrico
Pesticidas
Amoniaco
Compuestos de arsénico
Compuestos de cianuro
Metanol
Isopropanol
Glicoles
Metilbromuro
Talio
Bario
Fluor
Nitrógeno líquido
Arsénico
Cadmio
Lejías,
Detergentes
Popilenglicol
Anilina
Acetona, etc
También son muy peligrosos para la salud y el medio ambiente los contaminantes orgánicos persistentes (COPS); se degradan y se expanden por la atmósfera y el agua, esparciéndose por todo el Planeta y pueden acumularse en los animales y las plantas:
Dioxinas
Furanos
PCB
Hexaclorobenceno
Plaguicidas/DDT
Aldrina
Clordano
Dieldrina
Endrina
Heptacloro
Mirex
Toxafeno
Pentabromdifenileter,
Hexabromobifenilo
Clordecona
Lindano
Perfluorooctosulfonatos, etc
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Los países deben tomar medidas para eliminar o restringir el empleo y las emisiones de estas sustancias.
Todos los contaminantes citados, pueden producir numerosos efectos tóxicos, dependiendo de las dosis y grado de exposición, mayormente envenenamientos, quemaduras, afecciones cardiacas y respiratorias, alteraciones hemodinámicas, sensoriales, digestivas, cánceres de pulmón, vejiga, faringe, laringe, leucemias, etc, con un riesgo específico para las personas que por motivos profesionales o habitacionales, se ven sometidos a fuentes próximas o bien las soportan de forma prolongada.
Existen colectivos más vulnerables como los recién nacidos, niños, ancianos y enfermos de pulmón y corazón.
Por otra parte los gases contaminantes atmosféricos, por medio de las lluvias y la impregnación de las nieblas, acaban cayendo sobre los campos, ríos y mares, donde, mezclados con otros tóxicos sólidos o líquidos procedentes de vertidos, escapes, minas, industrias, basuras y excrementos producidos por los 7.000 millones de habitantes del planeta, deterioran o envenenan los cultivos, los animales terrestres y marinos, y/o son inhalados/ingeridos por los seres humanos directamente o través de la cadena alimentaria.
Además de estos contaminantes existen otros no mencionados en este artículo que tratamos en otras páginas, como la contaminación radioactiva, la radioeléctrica, la acústica, la lumínica, etc
¿Será capaz la naturaleza - bosques y selvas y océanos - de mantener y restablecer el equilibrio a pesar de las crecientes agesiones medioambientales que aumentan día a día la deforestación y deterioran la calidad de las aguas y del aire?
¿Seremos capaces los humanos de reaccionar a tiempo frente a los problemas que plantea la contaminación sustituyendo los actuales sistemas por energías renovables más limpias y saludables?
La solución pasa por abandonar gradualmente los actuales combustibles contaminantes - e incluso las arriesgadas centrales nucleares - y aumentar los procedimientos y fuentes naturales carentes de efectos tóxicos: energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica, procedente de las mareas, empleo de hidrógeno, biocombustibles, vehículos eléctricos, etc.
Algo se va haciendo pero muy lentamente (En españa las energías renovables representan más del 20% de la producción eléctrica; Suecia abandonará el uso del petróleo antes de 15 años; el 50% del consumo electrico familiar de Dinamarca es de origen eólico; Toyota consigue desarrollar un automóvil de célula de combustible de hidrógeno que ha recorrido 560 km. sin repostar ni contaminar; la Nasa batió un record de altura (29,5 km) con el el avión solar "Helios)
Sobre coches eléctricos de última hora que alcanzan 200 km/h y 400 km de autonomía y se recargan en 10 minutos enchufandolo a la red eléctrica.
La producción mundial de crudo asciende a más de 80 millones de barriles diarios, pero los yacimientos empiezan a agotarse y la escasez producirá su encarecimiento progresivo en 10-15 años, con terribles consecuencias sociales si no se dispone de fuentes alternativas.
Es probable que a medida que disminuya el "negocio" petrolero, los Estados intensifiquen más la búsqueda y el uso de nuevos combustibles ecológicos.
Hasta entonces no hay más remedio que evitar el humo del tabaco, consumir menos energía, usar poco el coche y más la bicicleta... ¡Caminar y plantar árboles! ¡Ejercicio sano y repoblación forestal!
Y, también, ¡hacer saber a los políticos, mediante nuestros votos, que tenemos muy en cuenta los proyectos y medidas anti-contaminación que lleven a cabo!
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