ЗЕМЛЕТРЯСЕНИЯ: Предотвращение и меры выживания /TERREMOTI: Misure di prevenzione e di sopravvivenza / ERDBEBEN: Maßnahmen der Prävention und Überlebens / 地震:预防和生存的措施 / भूकंप: रोकथाम और अस्तित्व के उपाय / 地震:予防と生存 / Terremotos: Medidas de prevenção e de sobrevivência / الزلازل: تدابير الوقاية والبقاء على قيد الحياة
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También se originan como consecuencia de procesos volcánicos, fallas geológicas o por otros movimientos o hundimientos que ocurren en la superficie o en zonas más profundas de la corteza y el manto de la Tierra.
Las ondas sísmicas pueden ser longitudinales, transversales o superficiales; circulan a velocidades que oscilan entre los 3 y los 14 km/s.
Las superficiales, consecuencia de las dos primeras, son las más lentas y las que dan lugar a los terremotos y, en ocasiones, a los tsunamis.
La intensidad de los movimientos sísmicos se mide de acuerdo con una serie de escalas (Richter, Mercalli) que captan las redes de sismógrafos.
Existen dos puntos para localizar la ubicación de los terremotos.
Uno es el llamado hipocentro que se encuentra en el interior de la tierra; es el foco o lugar donde se inicia el movimiento sísmico.
El segundo es el epicentro que se halla en la superficie y se localiza encima del hipocentro.
Los mayores efectos suelen ocurrir alrededor del epicentro.
Continuamente se producen temblores en todo el mundo pero la mayoría son de pequeña intensidad e inofensivos.
A lo ancho de la Tierra hay zonas geográficas con una mayor intensidad y frecuencia de movimientos sísmicos que están catalogadas en los estudios sismográficos de cada país; a menudo coinciden con la presencia de volcanes, como son, entre otras
Los terremotos pueden tener un impacto significativo en las comunidades locales, causando daños a la propiedad y a la infraestructura, así como lesiones y pérdidas humanas. La intensidad de un terremoto depende de varios factores, incluyendo la magnitud, la profundidad y la distancia desde el epicentro. La magnitud se refiere a la cantidad de energía liberada por el terremoto y se mide en una escala de magnitud, como la Escala de Richter.
La mayor parte de las muertes y lesiones que acaecen como consecuencia de un seísmo estan ocasionadas, en primer lugar, por el derrumbe de inmuebles y por el desprendimiento o caída de objetos exteriores (balcones, chimeneas, cornisas, tejados, ventanales, vidrios, postes, letreros, cables eléctricos, etc) o interiores (escaleras, armarios, molduras, lámparas, objetos pesados situados en alto, etc)
Y, subsiguientemente, por descarrilamientos, rotura de presas, accidentes, tsunamis, explosiones, incendios, etc. o a causa de fugas de gas, derramamiento de líquidos inflamables y cortocircuitos eléctricos así como también por conductas imprudentes provocadas por el pánico: caídas, colisiones, atropellos, ataques de nervios, etc.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTERIORES A UN POSIBLE TERREMOTO
Si se puede elegir el lugar de ubicación de una vivienda, procurar que se encuentre en suelo firme y llano, fuera del cauce de ríos o arroyos y alejada de laderas montañosas inestables.
Evitar asimismo las que están al nivel del mar o por debajo de presas o pantanos.
Igualmente no vivir cerca de centrales nucleares, depósitos o almacenes de combustibles, industrias que manipulen substancias peligrosas, aeropuertos y vías de transporte masivo por carretera o ferrocarril.
Todas estas ubicaciones comportan riesgos acusados en caso de terremotos.
Otra de las principales medidas preventivas se refiere diseño y edificación adecuadas de los inmuebles, que han de estar provistos de cimentaciones, columnas y estructuras a base de vigas y mallas de acero y cemento armado.
Bien entendido que no existen construcciones cien por cien seguras ya que siempre serán más o menos vulnerables en función de la intensidad destructora de los terremotos.
En cuanto a construciones antiguas, sobre todo si se reside en zonas de alto riesgo sísmico, es aconsejable reforzarlas siguiendo las instrucciones de un arquitecto.
Hasta que se realicen las reformas podemos mandar construir, en algunas de las habitaciones (dormitorios) o zonas de las casas, escuelas o viviendas, módulos sismo-resistentes que sirvan como refugios de emergencia y constituyan una primera protección contra los derrumbes o caídas de partes del inmueble: estos módulos pueden consistir en cubos, conos o prismas (de unos 2 a 4 m cuadrados de base por 1,50/1,80 m de altura) de estructura metálica o, incluso, realizados con gruesos tablones de madera solidamente sujetos mediante escuadras metálicas.
El profesional que construya estos módulos ha de ser experto para calcular el grosor y reforzamiento de sus estructuras para obtener la mayor resistencia y protección frente a la carga o impacto de un posible derrumbamiento de techos, tabiques, muebles, etc a causa de un terremoto. Lo mejor es consultar a un arquitecto.
Examinar las instalaciones eléctricas y de gas, procurando que estén protegidas y que dispongan de conexiones flexibles y dispositivos automáticos de interrupción para casos de sobrecarga o emergencias.
Los muebles (librerías, armarios) y electrodomésticos (frigoríficos, tv, calentadores) pesados o de gran altura y tamaño deben estar fijados/atornillados a los muros o paredes para impedir que se desplacen o caigan por las vibraciones o movimientos de un terremoto. Las puertas deben disponer de cierres.
Los objetos más pesados, libros voluminosos, platos, cristalerías, vajillas, etc deber estar colocados en las partes bajas de los muebles o estanterías.
Las lámparas y cuadros han de ser ligeros y mantenerlos bien sujetos.
Evitar que existan repisas o estantes sobre la cabecera o proximidades de camas y sofás.
Evitar las macetas en ventanas y balcones.
Tener localizados y a mano: extintor, teléfono móvil, botiquín, linterna, dinero, documentación personal, ropas (zapatos resistentes, guantes, abrigo, etc) y herramientas u otros objetos que puedan ser útiles en caso de emergencia.
COMO PROCEDER DURANTE UN TERREMOTO
Tratar de mantener la serenidad y no dejarse llevar por el pánico.
Recordar que la duración media de la fase inicial y más violenta de un terremoto es de unos 30 segundos, aunque algunos pueden durar algunos minutos. Posteriormente, en próximas horas o días, pueden producirse réplicas que suelen ser de menor intensidad.
Durante esos primeros minutos no hay que precipitarse o salir corriendo; es mejor no descender por las escaleras o tratar de salir a la calle ya que es fácil perder el equilibrio y ser derribado. Tampoco se debe usar el ascensor.
Lo más adecuado es buscar el lugar más seguro y agacharse o cobijarse en el mismo, protegiendo especialmente la cabeza con lo que se tenga a mano (almohada, silla, cartera, etc)
También es importante saber cómo protegerse durante un terremoto, incluyendo la búsqueda de refugio bajo una mesa o en una puerta y manteniendo la calma.
Recordar que dentro de los inmuebles, las zonas de mayor seguridad son: la parte inferior de camas, mesas, mostradores, escritorios, etc y también los dinteles o marcos de las puertas, rincones y pilares de sustentación de los edificios.
Alejarse de otras zonas que comportan mayor peligro como balcones, ventanas, escaleras, chimeneas, lámparas, espejos, electrodomésticos, televisores, ordenadores, vitrinas, estanterías o muebles que puedan caer.
Si la emergencia ocurre en la calle o en el campo, tratar de desplazarse hacia una zona abierta, alejada de edificaciones, postes, puentes, túneles, tendidos eléctricos, paredes, árboles de gran tamaño, etc.
En las calles de una ciudad, el área más peligrosa que hay que evitar o del que hay que alejarse, es el situado en las aceras o patios inferiores, inmediatamente debajo de las fachadas o paredes exteriores de los edificios, desde donde existe el riesgo de derrumbamientos y/o caída de balcones, ladrillos, tejas, repisas, cristales, cables eléctricos, etc.
Hay que situarse en el centro de la calle o plaza, separándose lo más posible de dichas paredes. Alejarse también de puentes, escaleras, cobertizos, farolas, árboles, carteles, etc.
Si se circula en coche detenerse si es posible fuera de la carretera para evitar el alcance de otros vehículos, procurando asimismo buscar una zona abierta y segura, lejos de viaductos, puentes, túneles, postes, lineas eléctricas, etc.
El interior de un vehículo se considera relativamente seguro, por lo que es recomendable permanecer en el mismo hasta que cese la emergencia.
COMO ACTUAR DESPUÉS DEL SEÍSMO
Una vez que cesen los movimientos y vibraciones, proceder con calma.
Si nos encontramos dentro una casa o inmueble, y no hemos sido atrapados o lesionados por las sacudidas, realizar una inspección del lugar con precaución y prudencia, verificando los daños y riesgos posibles.
En función de éstos habrá que decidir si es preferible quedarse o proceder a una evacuación.
Si estuviéramos atrapados lo más vital es preservar la respiración y la visión tratando de proteger/cubrir boca, nariz y ojos del polvo, con unas gafas o una mascarilla improvisada.
A continuación verificar si existen lesiones o fracturas procediendo a su lavado o desinfección, vendando o protegiendo las zonas erosionadas o contusionadas; reduciendo y entablillando los miembros dislocados o fracturados.
Caso de sangrado, tratar de presionar la herida y elevar el miembro o parte lesionada, aplicando un vendaje provisional con una tela limpia o un torniquete si se aprecia una hemorragia que persiste a la presión.
El torniquete debe ser aflojado cada 15/20 minutos con el fín de restablecer la circulación sanguínea y ver si ha cesado o disminuido la hemorragia en cuyo caso se dejará solo el vendaje.
Si alguien ha perdido el conocimiento por el traumatismo o tiene síntomas de axfisia, procurar no moverlo para no agravar las lesiones pero aplicarle medidas de reanimación cardiorespiratoria y respiración asistida.
Proteger a heridos, ancianos o niños, improvisando un vivac y/o abrigarlos contra el frío y procurarles agua para beber.
Si no se consigue salir para pedir auxilio, ni usar el teléfono móvil, se puede golpear tres veces repetidamente sobre paredes, suelos o tuberías para alertar a los servicios de rescate. El sonido se transmite bien a través de los materiales.
Si se decide la evacuación hay que recoger un equipo con los objetos imprescindibles: ropas, calzado resistente (habrá cristales rotos y objetos cortantes por todas partes), guantes, linterna, dinero, documentos, herramientas, un bastón, alimentos y agua potable, etc y estudiar la mejor manera de salir del edificio o pedir socorro si ello no fuera posible y también la forma de ayudar a otras personas que se encuentren lesionadas o impedidas.
Es mejor usar una mochila o similar para tener las manos libres: pensar que nos enfrentamos a una incursión con posibles obstáculos y peligros; habrá que sortearlos, a veces escalando, como haría un alpinista; cualesquiera herramientas que tengamos a mano - hacha, martillo, piolet, bastón, una cuerda, etc - pueden sernos útiles.
Evitar tocar cables sueltos y sortear los líquidos derramados ya que podrían transmitir descargas eléctricas.
No encender fósforos, velas, etc, ni tampoco accionar los interruptores eléctricos, especialmente si se sospecha de la rotura de cables o instalaciones de gas o electricidad.
Cerrar la llave de paso del gas y del agua y desconectar los electricidad.
Si hay olor a gas abrir las ventanas y salir del inmueble alertando en cuanto sea posible a los servicios correspondientes.
Como la ayuda exterior (bomberos, etc) puede tardar, si es posible, tratar de sofocar pequeños incendios, evitar el agravamiento de daños o anular cortocircuitos y fugas de gas o agua, actuando con la máxima precaución y prudencia.
Reacción frente a posibles tsunamis e inundaciones:
Si se habita en zonas costeras, cerca del mar, inmediatamente después de cesar las sacudidas del seísmo - cuando éste haya sido intenso, con duración de más de 10 segundos - hay que evacuar urgentemente la zona y dirigirse hacia el interior (2 a 3 km) y, si es posible, hacia montes u otras áreas más elevadas.
Los tsunamis pueden alcanzar la costa con velocidades de más de 50 km/h y alturas de hasta 30 m.
Igualmente si en el momento del terremoto nos encontramos en zonas con riesgo de inundación (cauces de ríos, zonas bajas próximas a pantanos, canales, etc), hay que evacuarlas de inmediato hacia sitios más elevados, ya que un terremoto puede agrietar o fracturar las presas, compuertas o canalizaciones y provocar inundaciones peligrosas..
Una vez pasada la emergencia, hay que procurar llegar a una zona lo más segura posible, donde se encuentre asistencia y protección ya que la desorganización y el caos producido por la catástrofe añaden nuevos problemas de abastecimiento alimentario y sanitario y de alojamiento de las víctimas, así como posibles riesgos de asaltos y pillajes.
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